El coronavirus está sacudiendo en una escala masiva la economía, el comercio, el comportamiento mundial, los hábitos de consumo de las personas y mucho más. Tanto los sectores públicos y privados están luchando para frenar la propagación del virus y contener las infecciones por COVID-19, que ya superan los más de 200.000 casos en todo el mundo, según Worldometers.
(Editado: el 19 de marzo - Se confirman más de 228.400 casos).
Aunque todavía no están sobre la mesa todas las consecuencias económicas de este acontecimiento sin precedentes en la historia moderna, sabemos que los efectos que el virus -y las drásticas medidas que se están adoptando para contenerlo- ya están precipitando el cambio en todas las esferas económicas.
Casi la mitad de personas en EE.UU. encuestados por Coresight Research el mes pasado (febrero) dijeron que actualmente evitan los centros comerciales, los viajes internacionales y el transporte público. Sin embargo, si el brote del virus empeora, aproximadamente tres cuartos afirmaron que se alejarán completamente de espacios públicos que presenten altas aglomeraciones de personas.
Lo mismo ocurre con las tiendas en general. El 32,7% de los encuestados dijeron que evitaban las tiendas físicas, y más de la mitad dijeron que las evitarían si el COVID-19 se extendiera. Los consumidores mayores de 45 años son más propensos a tomar estas precauciones: casi nueve de cada diez personas dijeron que lo harán si el coronavirus empeora, según el informe. Y estas decisiones son comprensibles, dada la incertidumbre en torno a la pandemia.
Por otro lado, en general, las ventas de artículos de consumo rápido (CPG) están aumentando en Estados Unidos. Según datos de Nielsen, las ventas de leche (especialmente leche de avena) subieron un 305,5% en la última semana de febrero. En contraste, las ventas de agua subieron sólo un 5,1%, seguido de cereales secos, bebidas energéticas y comida de paquete, como pretzels.
Sin mayor sorpresa, el reporte de la consultora mundial informa que los artículos de CPG relacionados con la salud están aumentando considerablemente. Las ventas de tapabocas, por ejemplo, crecieron un 78% durante la primera semana de febrero, en comparación con el mismo período del año pasado. Para la cuarta semana del mismo mes, las ventas aumentaron un 319%.
Además, durante el mismo período, el reporte indica también un aumento en las compras de productos específicos, como toallas desinfectantes (aumento del 353%), ibuprofeno (aumento del 236%) y sopa de fideos de pollo (aumento del 37%). Sin embargo, y para tener muy presente en todas las latitudes, el Ministerio de Salud de Francia recomienda no tomar ibuprofeno para tratar los síntomas del coronavirus, según informa LeMonde.
Las cuarentenas autoimpuestas o las determinadas por los Gobiernos, debido a la latente preocupación de los consumidores por los lugares públicos, ofrecerán oportunidades para que el ecommerce saque todo su potencial, según Forbes.
A medida que las personas se vuelcan a las opciones digitales como un medio para eludir los entornos de compra físicos, los negocios, comercios, retailers y empresas deben pensar crítica e inteligentemente. No se trata de tapar el sol con una mano, pues el COVID-19 es un tema serio, pero tampoco significa que el mundo deba detenerse. La ciencia y la tecnología, en este y en todos los casos, son los mejores aliados.
Datos preliminares de Quantum Metric muestran que el comercio electrónico en Estados Unidos asociado a retailers físicos vio un aumento de la tasa de crecimiento semanal de los ingresos del 52% y un aumento del 8,8% en las tasas de conversión, en comparación a hace un año. Los hallazgos de la compañía se basan en más de 5 mil millones de visitas a sitios web de retailers en este país entre el 1 de enero y el 29 de febrero de 2020.
La firma establece que los consumidores pueden haber aumentado sus compras en línea por las siguientes razones:
Forbes establece que en 2020 se espera que el comercio electrónico represente el 12% del total de las ventas al por menor en Estados Unidos, sin embargo, un cambio en el comportamiento de los consumidores en el primer trimestre de este año debido al coronavirus puede impactar en los futuros trimestres todo el año.
Sin embargo, muchos almacenes en este país y del mundo están presentando algunos problemas en la cadena de suministro y la escasez de productos, lo que podría frenar un poco el crecimiento del comercio electrónico, si la economía tambalea o entra en recesión.
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