Si quieres que tu canal de ventas online sea exitoso, necesitas un sitio web que convierta las visitas que recibe en ventas. Para lograr esto, es esencial ofrecerle la mejor experiencia posible al usuario. En BlackSip, consideramos que los mejores sitios web de e-commerce conectan al visitante con el producto de una manera eficiente, fácil y divertida.
A la hora de plantear el diseño de tu tienda web, debes tener en cuenta los tres pasos básicos para la construcción de una experiencia de compra online:
Un buen diseño web logra satisfacer las diversas necesidades de los consumidores en una única interfaz de usuario. Si se trata de un usuario que sabe exactamente lo que quiere, tu trabajo es ayudarlo a encontrarlo con la menor cantidad de pasos. Algunos usuarios pueden necesitar mayor acompañamiento y ayuda, mientras que otros solamente quieren navegar por la página despreocupadamente. Tres perfiles de usuario que debes tener en cuenta son:
El ‘comprador duro’ sabe exactamente lo que quiere. Tiene estrategias de compra sofisticadas y no quiere perder tiempo explorando tu sitio. Para este tipo de comprador, tu prioridad es ofrecerle una excelente barra de búsqueda en la cual pueda escribir lo que quiere. Con respecto al diseño, debes asegurarte de que la barra de búsqueda sea grande y tenga suficiente contraste para que sea visible. Por convención, ubícala en la parte superior derecha y asegúrate de que aparezca en todas las páginas.
Con relación a la funcionalidad, se espera que la barra de búsqueda ofrezca sugerencias al digitar. Con esta función, los compradores tendrán varias opciones sin necesidad de escribir el nombre completo del producto. La función ‘autocompletar’ también puede ser usada para promover ventas cruzadas de productos relacionados con lo que el usuario busca. Si incluyes esta opción, asegúrate de que sean identificadas como sugerencias y no como los resultados de búsqueda.
Seguro que conoces a este tipo de comprador. Se trata de la persona que prefiere pasar una tarde entera en el centro comercial, explorando tiendas y productos que llaman su atención. Para ellos comprar no es un fin, sino más bien una experiencia.
Aunque es probable que este tipo de comprador cambie de parecer en cualquier momento y al final no compre en tu tienda, también es una oportunidad increíble por su tendencia a ser más aventurero e impulsivo a la hora de comprar. Se trata de compradores que responden a lo que les atrae visualmente, así que tienes que sorprenderlos con fotografías deslumbrantes, destaques de productos, ofertas irresistibles y una que otra sorpresa.
Este tipo de comprador por lo general tiene dudas y no se siente cómodo comprando en Internet. Es probable que la tecnología le dé un poco duro y que necesite más ayuda de tu parte en todo el proceso. Entre sus mayores preocupaciones están la seguridad y la privacidad, de modo que responderá bien a las afirmaciones de confianza y al servicio al cliente. Como los compradores en línea no tienen la oportunidad de ver e interactuar con el producto en persona, promover políticas de devoluciones y reintegros mejora mucho la probabilidad de que quieran cerrar una transacción.
Una vez que el comprador hace clic en un producto, comienza a correr el reloj de la venta. En este punto, tu principal meta es lograr que ponga el producto en su carrito de compra. Hay diferentes maneras de organizar la página de un producto, pero estos componentes te ayudarán a capturar la atención del cliente y a hacer más probable que realice la compra:
Bueno, ya tienes al comprador con un montón de productos en su carrito de compra, ¿hora de relajarse? Nada de eso. Uno de los mayores obstáculos que el usuario tiene que sobrepasar antes de hacer la compra es el intrincado proceso de checkout ―bellamente retratado en este video.
Aunque comprar puede ser divertido, gastar dinero no lo es. Tu trabajo es lograr que el cliente llegue al final del proceso de pago de la manera más fácil y con el menor sufrimiento posible. Los siguientes tips pueden ayudarte a lograrlo: